lunes, 5 de marzo de 2012

PLANO AMERICANO. LECTURA CONJUNTA

Me apunté al concurso y la lectura conjunta que convocó Carmen (Carmen y amig@s) atraída por el argumento del libro, y sobre todo por el tono de humor que se refería. No me tocó ninguno de los 3 ejemplares, así que me animé y compré uno (a 18'90€) y, la verdad, no me arrepiento.

Las reseñas previas son:
- Reseñando que es gerundio                            
Sinopsis (contraportada):
Fernando Pérez del Castillo, tataranieto de un héroe de la guerra del 98 que consiguió burlarse de los yanquis, ha heredado de su ancestro una exótica cabellera rubia, una timidez recalcitrante y el afán inquebrantable por convertirse en un actor reputado. Con estas premisas inicia el protagonista de Plano Americano una aventura apasionante -repleta de personajes y situaciones- que lo arranca de su aburguesada existencia madrileña y lo lleva a recorrer medio mundo.
En todo este periplo lo acompaña su álter ego Sergio, "voz en off" que le da pie para someter a una crítica irónica e implacable a buena parte de las "instituciones" contemporáneas: familia y educación tradicionales, relaciones de poder y riqueza, discriminación social, vacuidad y arbitrariedad del éxito, etc. Al final, el arte de la buena interpretación que va desarrollando y desgranando el protagonista se convierte en un símbolo del arte clásico del "buen vivir".

Impresiones desde fuera:
Me ha gustado esa portada que tiene casi profundidad, dado el negro brillante del fondo. Lástima que acabe sin una hoja en blanco antes de la contraportada (es algo que me enseñaron en el colegio, como de buena presentación a la hora de hacer los trabajos).

Impresiones de los autores:
No lo he podido evitar. A qué tipo de familia pueden pertenecer 2 hermanos que se dedican prácticamente a lo mismo (muy muy prácticamente), siendo además de distinta generación. Además, no me ha inspirado ningún sentimiento positivo ninguna de las fotos de la solapa interior.
Son sólo impresiones. Igual que una compañera estuvo dándole vueltas a lo de la cursiva, yo no podía quitarme esto de la cabeza durante unas cuantas páginas.

Impresiones y discrepancias con la sinopsis:
Plano Americano hace que pueda continuar mis reseñas en la misma línea de las anteriores.
Volvemos a tener una historia de personajes y vivencias, porque realmente la trama exterior es bastante poco importante.
Fernando me recuerda al pequeño Jack de La Mecánica del Corazón, a la pobre Noelia-Lucía del Eterno Olvido, y al asesino de El arte del asesino; ah! se me olvidaba el pobre Scrooge!
Fernando es un pobre niño a quien sus padres no quieren (claro está que no deben saber quererlo y piensan que sí lo hacen, como siempre, pues la historia se repite hasta el infinito).
Fernando es un niño abandonado por una profesión. Que tus padres te pospongan a su profesión te impronta algo para siempre: "valgo muy poco". Aquí tengo la primera discrepancia con la sinopsis, pues no creo que la timidez de Fernando sea herencia de nadie, sino debida a una falta de autoestima (recordemos que nuestros padres son Dios en nuestra infancia y somos lo que nos dicen ellos).
Fernando es un niño tímido que cree que todos le miran por su pelo (se me antoja como el reloj-corazón de JacK; algo palpable y aparente desde fuera; pero lejos de la realidad).

La timidez de Fernando le desencadena una esquizofrenia (al final he visto que sólo es una amigo imaginario, una voz de la conciencia oprimida de aquello que le gustaría hacer, sentir y pensar, pero que tiene tan metido en su cerebro que está mal, que para no sentirse peor por pensar o sentir tales cosas lo relega a Sergio; son como los celos del hermano mayor al que decimos continuamente que  tiene que querer a su hermanito y entonces tiene dolor de barriga). 
Recordando cómo su padre le cogía la mano en los viajes a países vecinos" En esos momentos me sentía el ser más feliz del mundo porque aquellas manos habían hecho felices a su vez a cientos de pacientes en busca del elixir de la eterna juventud, y porque comprendía al cabo lo que años más tarde averiguaría con Sigmund Freud y mis sesiones psicoterapéuticas, a saber; que un padre podía ser la figura más importante para un hijo por poco que el progenitor se lo propusiera."
Así pues, también discrepo con la contraportada en que la crítica no es a la familia tradicional, sino a la desarraigada familia moderna, donde tantos niños se pasan horas y horas entre extraescolares y canguros, y en la que, a pesar de varias iniciativas de recogidas de firmas en pro de los 6 meses de permiso por maternidad nunca se ha conseguido llegar a las 500000 necesarias para que la propuesta prospere, pues se da más importancia al desarrollo de las personas laboralmente para ser personas que a las necesidades psicoafectivas de los infantes.

Dadas las circunstancias me ha parecido muy real su relación con todos los personajes, lo que me ha resultado irreal ha sido la aparición de dichos personajes, así que he tenido la impresión que muchos eran del tipo de Sergio.

Resulta curioso que Fernando emprende su viaje hacia el celuloide dejando parte de su timidez gracias a su relación amorosa con la sirvienta colombiana (que le quiere por cómo es realmente, con lo que le sube la autoestima, además de otras cosas como diría Sergio), y la deja del todo (a la timidéz) a base de representar su papel en un culebrón en Bogotá, de donde ha de huir por un motivo que simbolizan en su pelo. Llega a la Gran Manzana, y cuando tiene que interpretar a un tímido australiano se da cuenta que no puede ser él mismo (el que era hasta entonces), porque ha cambiado; y curiosamente para meterse en el papel de tímido e inocente individuo se imagina con una familia ideal que le quiere, que le acompaña en sus sueños de aventura, que le hace un avión de caramelo que le acompañe en el vuelo transoceánico... todo lo contrario a la suya, que es a mi parecer el motivo por el que él era tímido. La diferencia... que al tímido e inocente australiano de familia con apego los demás no le pueden hacer daño porque sabe quién es.

Respecto a lo comentado en otras reseñas, realmente el libro relata las cosas de forma rebuscada jugando con el lenguaje de manera superlativa:

  • "le daba el ósculo de bienvenida" (esta palabra yo la sé de los crucigramas, no pensé que pudiese leerla fuera de ese contexto, o buscando la esdrújula para una rima).
  • "Antiguos camaradas de la facultad de medicina que abandonaron definitivamente a Hipócrates y lo sustituyeron, ante el aumento paulatino del estrés laboral, por los ecos báquicos de allende de los mares..." en lugar de "compañeros de carrera que por falta de trabajo se dedicaron al mercado del vino en sudamérica".
A mí esto no me ha molestado, es más, pensaba regalar el libro a la biblioteca de un pueblo cercano, pero creo que si lo leo dentro de unos años le sacaré aún más jugo (en cuanto a las escenas graciosas y a los conceptos psico-filosóficos). Me gustan los libros que estén muy lejos de lo que  pueda escribir yo (eso me pasó al leer a Dickens, pensé ¡Menuda riqueza de lenguaje!, y qué es la literatura si no el arte de darle forma a una historia a través del lenguaje más puro y enriquecedor)
En referencia a las citas que se hacen a lo largo de toda la novela, tanto a libros, como películas y series de televisión, como filósofos... me ha vuelto a ayudar tener entre las lecturas en curso "El mundo de Sofía" de Jostein Gaarder (quien también es profesor de filosofía). Me ha faltado la cita a Cocodrilo Dundie y Paul Hogan; pero supongo que Sergio estaba tan bebiendo los vientos por Judy la mormona que al parecer sólo toleraba la poligamia en las familias de los demás, que no cayó en la comparación. Y todas estas citas tampoco me han molestado.

Y la postrera cosa que ha hecho tediosa la lectura a mis compañer@s de lectura ha sido:
"Edwin Morales fue encajando uno a uno los componentes del puzzle buscando la anhelada coherencia: mis estudios oficiales de medicina en Madrid, los extraoficiales de arte dramático, la aversión familiar por el mundo del cine, teatro y televisión, mi timidez enfermiza, mi acento inglés de Melbourne, el pelo rubio platino, la genética de mi tatarabuelo héroe del 98, la cómoda posición familiar, la pasión latina, Ana Margarita, su prima Rosario, las sesiones paradisíacas de la sobremesa, los culebrones adictivos, la carente conciliación familiar, el rastrillo de alfombras del Magreb, la coartada de especialista en enfermedades tropicales, el perro teutón, las vacaciones por los países vecinos en busca de gangas, la mansión de Puerta de Hierro, los castings fallidos, las correspondientes huidas espontáneas como un atleta urbano, el anglófilo profesor de interpretación Alejandro Martín, el sagaz de Sergio, mi álter ego, el vuelo de bajo coste Madrid-Bogotá, la pequeña Anahí, los estudios de radio y televisión de Bogotá, la prueba con Mauricio Palermo, el primer día de rodaje, los decorados de Mikito Nishida, el perfil aeróbico, el hijo eslavo de los Bermejo Wert, el éscito con las adolescentes, el café del Parque de la 93, la gran escapada, los posibles recortes publicitarios, mi pelo rubio platino coloreado..." (No lo pongo en cursiva para respetar las cursivas que tanto han intrigado a Isa (de copiando libros)), esto pero repetido como 20 veces, cada vez que conocía un nuevo personaje explicaba (o rememoraba para sí mismo) toda la historia de su vida, añadiendo el nuevo evento. Tampoco me ha molestado, lo he visto con buenos ojos, trayéndome a la memoria esos juegos infantiles de memoria donde se repite una frase añadiendo cada jugador una nueva palabra. Además como he acabado el libro hace una hora (bastante justita para hacer la reseña, que mañana trabajo en casa y fuera), ha habido un par de repeticiones kilométricas que me he saltado.

Conclusiones:
La novela me ha gustado bastante (pondría mucho, pero el lamentable incidente de la comentarista espontánea del blog de Offuscatio me retiene). No se me ha hecho tediosa, sino que me ha dado para pensar sobre Fernando. El final con su "utopía" me ha dejado un muy buen sabor de boca (un estímulo placentero en papilas gustativas aferenciándose al córtex) y me ha hecho sonreír.

Postdata
En segundo de BUP tenía un compañero que a menudo me decía "Jugamos a hablar culto?", y durante la siguiente hora todo lo que nos decíamos lo hacíamos lo más enrevesado posible. Así que eso también me ha traído buenos recuerdos.




12 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu planteamiento. Aunque sea cierto que no coincidimos en muchos puntos, has enfocado el tema desde un punto de vista distinto y eso es lo enriquecedor de las lecturas conjuntas. Se tuviera que destacar algo hablaría de las palabras de los crucigramas y de las curiosidades personales que probablemente te han permitido disfrutar más que yo de la novela. ¡Enhorabuena!

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  2. Con este libro ha habido críticas de todo tipo, desde un principio no me llamó especialmente la atención y aunque hay opiniones positivas creo que no disfrutaría con la lectura por las impresiones que he visto en la lectura. Me ha hecho gracia el detalle de los crucigramas porque me ocurre lo mismo, hay muchas palabras que me las sé de hacer tantos, si es que son una fuente de conocimiento además de entretenidos
    besos!

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  3. Me alegro que hayas disfrutado de la lectura! A mi todavía sigue sin convencerme acercarme a este libro, así que, de momento, lo dejo en la cuneta de mis lecturas pendientes, 1beso!

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  4. Estimada Aprendiz de mucho:
    Soy Fernando, uno de los autores de Plano Americano. Nos parece que el “detalle” de tu reseña merece al menos una mínima, cariñosa, respuesta por nuestra parte.
    En primer lugar lamentamos no ser más fotogénicos para que nuestras imágenes te produzcan mejores sensaciones. Esperamos que la próxima vez el fotógrafo nos saque más “positivos”.
    Nuestra familia poco tiene que ver con la del protagonista de Plano Americano. Somos hijos de quienes en los 60 se fueron a Madrid, Barcelona, etc., en busca de un futuro mejor. No sabemos si eso aclarará tu extrañeza por nuestros estudios/profesiones.
    La timidez puede ser un rasgo adquirido, pero tiene un importante componente genético. La timidez del protagonista es básicamente genética, aunque puede verse reforzada por las circunstancias que señalas. La timidez no se supera ni vence jamás. El tímido aprende a manejarla, a convivir con ella. Fernando Pérez del Castillo recorre un amplio arco de transformación, se hace más mundano, pero no deja de ser tímido. Aquí hablamos por experiencia directa.
    El cabello rubio platino es un símbolo, es la etiqueta, significa el marcado por ser diferente, el marginado, el discriminado. Contra todo ello “lucha” Plano Americano literariamente.
    Celebramos que esta lectura te recuerde las lecturas que mencionas; de ellas solo Scrooge se encuentra en nuestro horizonte de influencia.
    En cuanto al rebuscamiento del lenguaje, su función es claramente cómica. Que “ós-culo” signifique beso, nos parece que tiene su gracia. En cualquier caso, nuestro vocabulario no procede de los crucigramas: no tuvimos nunca tiempo –el tiempo pasó siempre por nosotros de otra forma- para tales pasa-tiempos.
    Conceptos de literatura hay muchos: no es sólo historia y lenguaje puro y enriquecedor. Ya que citas a Dickens, también es crítica social, y creación de mundos, y comprensión, y penetración y cosmovisión. Y sobre todo, a nuestro entender, es contribución a un mundo mejor. En este sentido, que planees regalar la novela a la biblioteca de un pueblo cercano nos produce un gusto agridulce: a otros servirá, sin duda, pero ya no la tendrás tú “en la que siempre pensé, cuando escribí, pensando en ti, pensando en ti, como ahora pienso”. Más o menos. ¿Nos entiendes?
    En cuanto a las enumeraciones tediosas, otros podrían leer riqueza de personajes y situaciones, de tramas y subtramas sin que se pierda nunca el hilo conductor.
    Nos quedamos “a la postre” –según recomienda el psicólogo de Lavapiés A. Cancio- con que te ha gustado bastante y te ha traído buenos recuerdos… y con las bonitas rosas que nos regalas. Besos.

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    1. Vaya!!!! Me embarga la emoción.
      Milgracias por el detalle de pasarte por aquí e intentar aclarar las emociones que vuestra novela me ha generado. Esto es todo un lujo.
      Discrepo totalmente en que la timidez sea un rasgo genético, porque en las familias, quitando algunas excepciones (como quizá la vuestra), se repiten los clichés: el hermano mayor siempre es el responsable, ordenado, tímido, fruto de que siempre (sus inexpertos padres) han intentado que haga las cosas por encima de sus posibilidades. En cambio, estos mismos padres, con un segundo hijo y ahora con experiencia, no intentan que un niño de 2 años ordene (porque el que ahora tiene 4 no lo hacía aunque se lo exigían), pero sí se lo exigen al de 4; cuando el pequeño tiene 4 no le piden que se vista sólo porque el que ahora tiene 6 no lo hacía a los 4; y así durante toda la vida de los niños los padres son inexpertos con el mayor y experimentados con el pequeño; tienen los mismos padres físicamente, pero emocionalmente son totalmente distintos (aquí más o menos he citado al pediatra C.González). Me encanta el concepto de habilitación (de L.Gutmann) y el de plasticidad neuronal (de E.Blay). Pero repito que los hermanos mayores están más tocados emocionalmente (por experiencia propia y de mi entorno cercano).
      Respecto a los personajes que me recuerda el pobre Fernando... sólo hablo de mí y mis interpretaciones; para nada de vosotros y la generación (de generar) de vuestro personaje.
      No os preocupéis porque sí que he pillado el tono cómico del lenguaje rebuscado, como mi amigo del instituto que hacía de ello un juego. En concreto con la cita de los camaradas que abandonan a Hipócrates por Bacco me reí y no pude evitar copiarlo en un papel.
      Y te doy la razón en lo de la contribución a un mundo mejor que tan bien rematado queda con ese final cargado de optimismo.

      Aprovecho la primera mención que reciben mis rosas para explicaos que están cargadas de emociones, pues las dibujé hace 2 Sant Jordi, como punto de libro para atar a nuestras rosas, en una parada que teníamos las asesoras de los grupos de apoyo a la lactancia, y a parte de ser rosas son madres lactantes que reciben todo el sostén posible de sus parejas. En el reverso del punto de lectura rezaba "Con cariño a vosotros que habéis luchado contra el terrible dragón de la industria de alimentación infantil por nosotras"

      Saludos y muchas gracias de nuevo.

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  5. Me alegro de que tú si la hayas disfrutado!!!! aunque creo que en algún momento me he podio expresar en la mía, porque a mi es la mezcla de varios factores lo que ha hecho que no me guste...es decir, la densidad o la complejidad del lenguaje individualmente considerada no me molesta (como en Dickens, por ejemplo).

    En fin, muy buena la reseña, y enhorabuena (que tú te vas a librar de la espontánea :-P )

    Un abrazo!!

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  6. Muchas gracias por haberte unido a esta iniciativa, que ha mostrado tan dispares impresiones de esta novela. Me alegra que la hayas disfrutado.
    Besos,

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  7. Si que ha generado variedad de reseñas esta novela!
    A mi, la verdad, no me convence pero me alegra que tú si la hayas disfrutado.
    Un beso

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  8. Me ha gustado tu reseña y se concluye esta lectura conjunta tal cual la había imaginado: creo que cada uno ha interpretado el libro de una manera distinta. Por cierto, ¿has descubierto la función de la letra cursiva?
    Y para acabar, que mejor final que un comentario de uno de los autores (aunque yo también pienso que la timidez no es genética).

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    1. Ni idea de la cursiva, y ahora por tu culpa no puedo quitármela de la cabeza, jajaja.

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  9. Lo bueno de una Lectura Conjunta es que de ella se puedan hacer diferentes lecturas, como ha sido el caso. Y, por otro lado, siempre es bueno encontrar perspectivas diferentes ¿no?

    Por cierto, yo he hecho muchos crucigramas en esta vida y está claro que cada uno pasa el tiempo como quiere, incluso algunos lo pierden.

    Un beso.

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