METAMORFOSIS EN EL CIELO. MATHIAS MALZIEU

Otro caso de libro elegido por la portada incluso de lejos, diría estas ilustraciones tienen un imán para mí. Además, según me acerco y voy vislumbrando el nombre del autor, todavía me resultan más irresistibles, pues ya he comentado que estoy perdidamente enamorada de este autor.

Resumen (contraportada): Todos tenemos sueños, y el del joven Tom Hematoma Cloudman es volar. Por eso, Tom es acróbata -algunos dicen que el peor acróbata del mundo- y especialista en escenas de riesgo, pues así se siente más cerca del cielo. Entre saltos y piruetas su cuerpo se desgasta, hasta que un día le detectan una grave enfermedad. Pero el destino de Tom no es el de cualquiera, y si le acompañamos sabremos que poco después, en uno de sus paseos nocturnos por la clínica, conoce a una fascinante criatura, mitad mujer y mitad pájaro, de quien cae fulminantemente enamorado. ¡Pobre Tom! Lo que no sabe es que esa criatura tiene la llave de su destino. La mujer pájaro le propone un trato: "Yo puedo convertirte en pájaro y curarte, aunque tendrás que asumir todas las consecuencias. Para activar tu metamorfosis, tienes que hacermer el amor". Si Tom es fiel a sus sentimientos, tendrá que dar un paso irreversible, transformarse y abandonar la vida humana por una nueva aventura... Y es que ¿en qué estamos dispuestos a convertirnos por amor?

Impresiones:
¿Se puede envidiar a alguien que se va a morir? Quizá lo que he sentido es que me gustaría morir así, enamorada de mi propia muerte, que en realidad no deja de ser parte de la vida, de la cual todos deberíamos estar enamorados para no desperdiciar ni un segundo de la misma.
Los libros de Malzieu para mí son vida en su más pura esencia; es amar, es perder a alguien, es asumir que te has de despedir de la vida que conoces, es disfrutar hasta el final la película de nuestra existencia. Es todo.
Muchas veces sentimos al leer emociones de los personajes, empatizamos con unos u otros; nos enamoramos, nos apasionamos, estamos en tensión ante una intriga... vivimos en definitiva tantas vidas distintas a la nuestra (a menudo imposibles, y esa es la magia de los cuentos!). Pues bien, podría decir que no he sido una mera espectadora, sino que he muerto un poco, que he podido conocer  a mi muerte, cada día un día más cercana, la he saludado y he fantaseado respecto a si me dará tiempo a conocerla a fondo, o vendrá de forma inesperada haciéndome volar por el cielo sin previo aviso.

Conclusión: De nuevo magnífica la vida con la mirada de Malzieu.