Resumen: Nos encontramos en el Estados Unidos de la esclavitud, en un estado sureño. Mattie es una esclava joven, madre de un bebé de 4 meses, cuando la obligan a ser esclava doméstica para encargarse del amamantamiento y cuidado de la primogénita (hija) de los amos. Mattie tiene a su marido en otra finca, sólo se ven 1 vez al mes. Él nunca ha renunciado a la idea de ser libre, y aunque Mattie no ve claro el asunto (ni es capaz de asumir el riesgo que conlleva la huída), habrá un detonante que todo lo precipitará.
Impresión: En realidad, lo que os comentaba me ha sorprendido (muy gratamente, por cierto), ha sido el tratamiento del tema de la lactancia, el apego-vínculo, crianza... Ha sido una lectura muy agradable (a pesar de también tratarse las injusticias sociales en la vulneración de los derechos humanos, que no te dejan indiferente; faltaría mas!!!), porque el tratamiento del tema de la vinculación infantil y la maternidad está tratado de forma exquisita. Cómo la pequeña Lisbeth és capaz de dejarse morir (con sólo 2 años; aunque creo que la visión infantil sería más bien, es incapaz de seguir viviendo) cuando la separan de su nodriza.
Cuando alguien ha sido madre (o ha vivido esas vinculaciones tan intensas y vitales a su alrededor, en otros binomios madre-hij@) entiende en todo momento la relación de la niña y su niñera, y lamenta que la sociedad haya sido capaz de someter a madre e hijos a tal atrocidad, y... con los permisos por maternidad de 16 semanas... lo siga haciendo.
El hecho de que la autora sea especialista en desarrollo infantil se respira en toda la novela.
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