TAMBIÉN HE VUELTO

No sé si recordaré cómo se hace esto de postear.
De momento he estado paseando por vuestros blogs, viendo qué habéis contado este verano.

Durante las vacaciones he podido comprobar lo que queréis decir con "lecturas fresquitas" cuando calificáis un libro para la piscina o la playa. Para mí antes los libros eran mejores o peores, pero no tenía la categoría "fresquita". Bien, pues ya sé qué queríais decir.

Hemos estado de ruta (llegamos hasta Le Mont Saint Michel) y hacer de copiloto me ha brindado la oportunidad de ir leyendo; y ahí fue donde pensé en vosotras viendo claramente qué lecturas se podían hacer sin tener los sentidos al 100% en el libro.

He visto los maratones agosteros y me habéis dejado patidifusa. Digamos que hasta ver los maratones yo estaba contenta con mis lecturas.




Vine con ganas de hacer las reseñas (que tengo en papel, porque si no no podría hacer ni los resúmenes), pero antes quería borrar las pinturas rupestres que decoraban las paredes del comedor realizadas por los peques desde hace 9 años (supongo que ya tocaba pintar, pero hasta que el pequeño no ha llegado a tener una madurez suficiente para saber que mejor pintar en el papel...).
La verdad es que me ha dado pena, porque cuando veía cada "dibujo" por última vez recordaba el momento de su ejecución y sentía añoranza y un "se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar".
Resumiendo, que pintamos de verde, y para que no quedase un comedor demasiado serio y los peques no pensasen que no apreciaba su arte, me ayudaron a hacer una rupestre para dar color y alegría.

Y para acabar con la reincorporación al mundo blogueril, os dejo lo leído sin daros pistas de mis impresiones (más que nada para ir más rápido).

Un abrazo y... no me podía imaginar que os iba a extrañar!