EL MEJOR LUGAR DEL MUNDO ES AQUÍ MISMO. Francesc Miralles y Care Santos

La lectura de este libro en realidad ha sido una especie de "investigación" para saber si podía recomendárselo a mi hija, pues a menudo me pregunta "qué leo ahora?". Podríamos decir que ha pasado la criba; aunque no sé qué opinará Txell.
Resumen: Iris vive sola del todo, desde la muerte de sus padres su timidez y aislamiento del mundo se han intensificado. Una tarde decide poner fin a una vida que no la motiva a seguir adelante, pero el estallido de un globo en su sobresalto impide que se arroje a la vía del tren. Curiosamente el niño causante de la trastada que le ha salvado la vida se llama Ángel. Mientras piensa en lo que ha estado a punto de pasar y no ha pasado encuentra una cafetería en la que nunca se había fijado "El mejor lugar del mundo es aquí mismo", y con un nombre así le resulta imposible no entrar.

Impresiones:
También resulta muy tentador el título invitando a la lectura, lo mismo que la taza humeante de su cubierta.
Ha sido una historia bonita, de las que me gusta leer desde la parte infantil y fantasiosa de mi cerebro, esa parte en la que el bien se impone en nuestras vidas pase lo que pase ayudado por una magia que viaja inherente en la bondad.
Quitando la magia me he encontrado con un personaje sencillo, con poco explicado de su pasado para entender el por qué se encuentra donde se encuentra; pero que aún así te cae bien y le deseas toda la suerte del mundo.
La idea de los 6 días con las seis mesas del café, cada una con una función, me ha parecido interesante aunque desaprovechada, pues me hubiese gustado que lo que se supone le reporta a Iris me lo reportase a mí también (y no sólo porque te digan que lo hace).
El personaje de Luca, el fantasma que ha de intentar ayudar a nuestra protagonista, se describe como interesante, inteligente, conocedor del mundo... pero (supongo que a pesar de encantarme la magia como algo necesario para vivir  tengo ya una edad) en el fragmento donde cuenta como historia importante el cuento del loro... me ha caído empicado, pensando que era una persona de una superficialidad emocional importante.
El cuento del loro en cuestión habla de una niña pequeña que pierde a su madre; su padre no le hace ni caso a nivel afectivo (siempre está trabajando) y le compra todo lo que ella quiere. La niña con 6 años le pide un loro, al que enseña a hablar. El loro repite lo que ella le enseña y un día empieza a decir "Te quiero" por las mañanas sin ella eseñárselo. Se ve que el padre cuando la va a ver por la noche le dice que la quiere y sólo el loro lo oye. A mí que me disculpen, pero con 6 años, o te abrazan y te dan un beso o... las palabras se las lleva el viento, vamos que la niña sabrá que su padre la quiere gracias al loro, pero el problema será el concepto que habrá aprendido de lo que es querer, que va a ser bastante lastimero. Bien, que el consejo de Luca me ha parecido algo precario y desde ahí he visionado el libro sin participar de él.
Por suerte está bien escrito, resultando su lectura ágil y con un final de cuento.

Conclusiones: Un cuento de hadas moderno dulce y entretenido.