martes, 24 de enero de 2012

EL BOLÍGRAFO DE GEL VERDE

Cuando tecleas el bolígrafo de gel verde en google, encuentras en primer lugar www.elboligrafodegelverde.com, donde puedes encontrar la historia del libro (que también te contará una historia). La verdad es que merece la pena pasarse por allí y conocer un poco de su autor, Eloy Moreno.



Resumen: Nos narra la historia su protagonista, sumido en la más profunda rutina, sumido hasta tal punto que ella es toda su vida, o su vida no es suya, sino que pertenece a la rutina. Navega en recuerdos del pasado que han quedado olvidados a propósito, bloqueados. Navega con el deseo de un futuro, pero con el miedo de no poder llevarse todo su equipaje, su mujer y su hijo.






Impresiones: Nunca mejor dicho, en plural; porque han sido muchas y diversas. Comienzas una novela humana, donde gozas de expresiones que te dan que pensar, con las que compartes opinión, demasiado profundas para una novela que tiene un bolígrafo por título; esperaba algo más superficial, ligero. Así topas con:
"Llega una edad en la que todo se precipita hacia abajo, cuando sabes que, en adelante, todo será decadencia"
"Ovillado en un duro asiento de plástico, incapaz de aislar las emociones, me limito a mirar a través de la ventanilla de un vagón vacío: luces lejanas de casas ajenas, oscuridad, luces fugaces que identifican la nostalgia"
Toda la novela se lee despacio, para disfrutar de los innumerables juegos de palabras, que mezcla lo cotidiano con la emoción ("dejé aquel lunes -como cada día- la chaqueta en la percha, la cartera en el mueble de la entrada y la esperanza en la puerta").  Todo el relato está plagado de oraciones compuestas con términos antagónicos que en realidad no los son ("la luz era cada vez más vergonzosa y la noche más insolente"). El malabar lingüístico es tal que incluso hay un párrafo entero formado por microoraciones compuestas únicamente por la lista de preposiciones en orden alfabético con un sustantivo detrás.
Así pues, en la valoración del estilo de la narrativa le pondría un 9'5, pero sólo porque estoy leyendo a Dickens por las noches, y en la comparación sale perdiendo en riqueza del lenguaje.

Respecto a la historia... me ha costado acabarla. El inicio fue rápido, en seguida me puse en situación; pero nunca me identifiqué con el protagonista, sino que me limité a ver lo que me contaba. Mientras leía pensaba que hay libros que los vives y otros que los ves, y este lo vi. Lo vi con ganas de estar más cerca y poder ayudar. Las primeras 100 páginas la cosa nos fue bien; pero llegó un momento en que no quería saber más de cómo se producían los hechos, estaba ante un personaje que gastaba energías en cosas que no le ayudaban, veía el problema y la solución pero no cogía el toro por los cuernos. No quería leer que cada día era igual, tenía sólo ganas de llegar al final de la historia.
Hacia la página 150 volví a sentir el interés por lo que me explicaba, volví a entenderle. Tuve miedo que el autor me dejara un mal sabor de boca (o de corazón o de alma), pero la verdad es que acaba una historia que le sale redonda y no te defrauda.

1 comentario:

  1. A mí me gustó muchísimo, todo el libro, de los mejores que leí el año pasado

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