LA SAL DE LA VIDA. ANNA GAVALDA

El otro día paseaba por la biblioteca y pensé en hacer trampa para los retos, y así decidí coger este libro, que tiene una portada llamativa, pero lo que a mi me llamó fue que tiene 140 páginas.
No me lo quedé sin más, sino que hojee su contraportada y la solapa de la portada y tenía buena pinta.

Anna Gavalda es la escritora francesa más vendida en Francia y la autora francesa más leída en el mundo (eso pone en la solapa). Se ha convertido en un fenómeno de ventas mundiales en cada una de sus novelas: L'estimava (2002), Junts i prou (2004), El consol (2008) i A gust amb la vida (2010).
Buscando la portada del libro, veo que me gusta más y encuentro más adecuado el título en español La sal de la vida, por que los protagonistas no están a gusto con la vida, sino que su relación es la sal de la vida (para ellos).
Las citas de la contraportada, esas que están firmadas por algún medio de comunicación o por algún crítico dicen:
"La sal de la vida es pura Gavalda, simple y generosa" Le Point.
"Ligereza, gracia, ternura, todo aquello que tanto falta en nuestro mundo actual, nos lo da Anna Gavalda" L'Indépendant.
Quiero con esto decir, que no sólo lo cogí por tener 144 páginas y pensar que caería un libro para mis retos en un periquete.

Resumen: Garance se escaquea de una boda familiar (que pinta al típico tostón aburrido y pesado) con sus hermanos Simon y Lola, para ir a buscar a su hermano mayor Vincent.
Pasan juntos unas horas llenas de felices recuerdos infantiles, de complicidades; pero todos tienen la sensación que esa relación tan especial que los une se irá terminando con el tiempo, que inevitablemente se irán distanciando.

Impresiones:
Así como en la reseña anterior (El bolígrafo de gel verde) ponía que tuve muchas impresiones, aquí casi no he tenido ninguna.
Este librito lo he leído en el coche, mientras hacíamos el recorrido Barcelona-Pamplona (ayer) y Pamplona-Barcelona (esta mañana).
Es muy fácil de leer, con un lenguaje moderno y coloquial, pero sin caer en la vulgaridad; podría decir "limpio".
Pero me he quedado con las ganas de oír una historia. No ha pasado nada. Como poseedora de una gran hermana, como persona que ha disfrutado y disfruta de la complicidad con alguien a quien recuerdas desde que tienes algún recuerdo, no he recibido ninguna experiencia que no haya vivido con mucha más intensidad de la que te pueden transmitir 100 páginas.
Y como alguien con casi 40 años, no entiendo tampoco ese miedo de los protagonistas a perder la especial relación que sólo pueden tener los hermanos unidos.

Supongo que no se deben equivocar miles de miles de lectores, así que cuando encuentre algo más de esta autora supongo que le daré otra oportunidad; pero esta novela me ha parecido del todo sosa.